En cuanto a automóviles, las mangueras y líneas desempeñan funciones importantes para los frenos. Una línea de freno se puede clasificar en dos tipos: rígida o flexible, dependiendo de si se utiliza un tubo de acero o una manguera de goma. Ambos tipos de líneas de freno tienen el propósito similar de transmitir la fuerza o presión requerida durante la aplicación del freno. Las líneas de freno de acero están situadas en aquellas partes del sistema donde es importante la rigidez estructural y deben soportar fuerzas externas, por ejemplo, el chasis del automóvil. Se utilizan mangueras más suaves para conectar las líneas rígidas a las partes móviles del sistema, como los tenazas de freno en las ruedas. Las mangueras pueden ser de goma o nailon, o tener recubrimientos trenzados, como mangueras trenzadas de acero. Las mangueras de goma ofrecen flexibilidad, pero debido al calor, la humedad y los químicos, se deterioran con el tiempo. En contraste, las mangueras trenzadas de acero tienen sus ventajas, incluida una mayor resistencia y capacidad para evitar la expansión debida a la presión. La eficiencia total del sistema de frenos depende de la flexibilidad de las mangueras para transmitir la fuerza requerida desde el cilindro maestro hasta los frenos de las ruedas. Cuando todos los componentes funcionan correctamente, el vehículo puede frenar de manera efectiva y segura.
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